Aproximadamente 60 vecinos del jirón Santa Cruz 152, en el distrito del Rímac, se mantienen atrincherados en los techos de sus viviendas con balones de gas a fin de impedir que se ejecute una orden de desalojo.
Los moradores, que se encuentran armados con bombas molotov, señalan que no dejarán sus predios ya que detrás del desalojo hay un presunto caso de tráfico de terrenos. Además afirman que son posesionarios del terreno de 1430 cuadrados desde hace más de 30 años.
La notificación judicial fue entregada a Julia Llontop Medina. Los vecinos consideran que la orden se habría conseguido con documentos fraguados.