El documento suscrito por un grupo de 36 organizaciones no gubernamentales (ONG), evalúa la situación del tráfico de personas, la explotación sexual y otras formas de abuso a los jóvenes. Además, pide al Papa Francisco que su mensaje y obra contra este crimen siga, se fortalezca y multiplique entre las comunidades religiosas y la Iglesia.
Según esta declaración, la explotación de seres humanos está relacionada a actividades ilegales tales como minería ilegal, tala de árboles en bosques, producción de coca, la informalidad, que son más comunes en las regiones de Madre de Dios, Puno, Cusco, Junín, Loreto, Piura y Lima.
Hasta el momento se han identificado a 5,114 víctimas de trata de personas, de los cuales un 78% están entre los 16 y 30 años.