Cada año en Viernes Santo se realiza el denominado Sermón de las Tres Horas o también llamado el de las Siete Palabras, donde se realiza una reflexión sobre lo pronunciado por Jesús estando agonizante en la cruz. Sin embargo, pocos saben los orígenes de este ritual católico que se remonta a la Ciudad de los Reyes, actual Lima, en el siglo 17.
El mencionado ritual fue puesto en práctica por el sacerdote jesuita peruano, Francisco del Castillo, en 1660 en la desaparecida iglesia de Nuestras Señora de los Desamparados, la cual se ubicaba a espaldas de lo que hoy en día son los jardines de Palacio de Gobierno.
Según algunos testimonios de la época, señalan que una vez que comenzaba con el sermón no se detenía hasta sentirse fatigado. Además, él durante su discurso se colocaba junto al Santísimo Crucifijo de la Agonía, donde comparaba el dolor que sintió Cristo con el sufrimiento de las personas que residen en las calles, esclavos e indígenas.
Posteriormente, el ritual que llevaba a cabo Del Castillo fue tan popular que llegó a extenderse a otras regiones del Virreinato del Perú y del continente americano.Asimismo, con el pasar de los años también lograría estar en Europa. Hasta la fecha de su muerte, el padre jesuita continuaría realizando su acción evangelizadora.
En nuestros tiempos, el Sermón de las Siete Palabras se desarrolla en la Basílica Catedral de Lima. La misma que se ejecuta en Viernes santo, desde el medio día hasta las tres de la tarde. Ese mismo día, diversas ciudades del país como Arequipa, Ayacucho, entre otras, también hacen el acto litúrgico. Y de igual manera en Valladolid (España), Tegucigalpa (Honduras), por mencionar algunas metrópolis. (EFE)