Lejos de convertirse en una solución, los buses azules resultan ser más de lo mismo para las personas con discapacidad.
Luego de cuatro meses de funcionamiento, los vehículos del Corredor Azul que ahora transitan por las avenidas Tacna, Garsilaso y Arequipa aún no cuentan con un sistema que permita trasladar a las personas en sillas de ruedas, por ejemplo.
Hace tan solo unos meses, el congresista de la República, Jhon Reynaga, intentó abordar uno de los buses del Sistema Integrado de Transporte, hecho que le fue imposible.
"La Ley 29973 obliga a todas las empresas de transporte a tener un sistema de rampas para discapacitados. No es posible que el Corredor Azul no cuente con este servicio", señaló el parlamentario.
Ante esto, el Gerente de Protransporte, Gustavo Guerra García, señaló, en ese momento, que a fin de año "el 10% de una nueva flota de buses tendrá accesos para personas con discapacidad".
Mientras esto llega, las personas con discapacidad se ven impedidas a ser parte de la Reforma de Transporte emprendida por la Municipalidad de Lima.