Según reportaron las autoridades, los visitantes dejaron gran cantidad de vasos de plástico, platos de comida descartables, botellas de gaseosa y cerveza, entre otros desechos.
Pese a estar prohibido, los veraneantes, principalmente los de Agua Dulce en Chorrillos, hacen caso omiso a las recomendaciones y traen a la playa alimentos, licores y hasta a sus mascotas.
Hace unos días, unos cuatro mil voluntarios recogieron en playas de seis distritos de Lima, unas 40 toneladas de residuos sólidos, algunos de ellos altamente peligrosos para la fauna marina.