Según las primeras informaciones, nuestros compatriotas habían llegado a ese país mediante falsas promesas de trabajo y un buen sueldo, increíblemente era un matrimonio peruano quienes los explotaban laboralmente.
Una vez en Buenos Aires, a los 17 peruanos se les retuvo su documentación y eran obligadas a trabajar en la venta callejera de productos de telefonía celular, se conoció que este matrimonio había creado este sistema de explotación laboral desde hace dos años.
Las víctimas tenían jornadas de 16 horas y según su venta se les otorgaba una ración de alimentos, pero no se les pagaba. Pernoctaban en una vivienda bajo llave y en condiciones infrahumanas, informó el Ministerio de Seguridad de Argentina.
