El sacerdote dijo esta mañana que es momento de lograr soluciones de manera rápida a los conflictos sociales sobre la actividad minera, tanto en las localidades de Espinar, en el Cusco, como en la región Cajamarca.
Gastón Garatea destacó la vocación por “acercarse” mostrada por el Gobierno del presidente Ollanta Humala y los representantes de Espinar, y recomendó a los participantes del proceso de diálogo, que hoy se inicia, tener “mucha paciencia”.
El prelado refirió que en este proceso debe tenerse presente que los participantes forman parte de dos culturas distintas que nunca se han comprendido, por lo que resulta importante “primero conversar”.
Sobre las protestas en Espinar, opinó que estas no se solucionan solo con ingenieros mineros, sino también con “antropólogos e historiadores que sepan qué pasó” con esta población.
En el caso de Cajamarca, Gastón Garatea mencionó que la oposición a la minera Yanacocha es consecuencia de la “historia negra” de la minería en el Perú.