¡Inocencia interrumpida! cuando los maestros se convierten en agresores sexuales

La violencia sexual en nuestro país sigue en aumento, esta vez la víctima fue un niño de apenas 7 años quién ha tenido que vivir toda clase vejaciones por parte de depravados que eran sus profesores.

Los padres del menor reportaron que su niño no solo fue víctima de abusos sexuales sino también de torturas para que se mantuviera en silencio. De acuerdo a la Policía, estos hechos ocurrieron dentro de la vivienda de la maestra Ana María Alvarado, quién le brindaba clases particulares al niño. Allí, el esposo de ésta, Henry Alba Castillo, quién también es docente, habría dopado al niño para hacerle tocamientos indebidos. A este mal docente se logró recluir en la cárcel bajo prisión preventiva, pero lo terrible es que este agresor sexual podría salir en libertad, increíblemente, por una fiscal que argumenta ausencia de pruebas.

Lamentablemente, este no es el único caso, desde Celendín en Cajamarca nos llega una nueva denuncia de violación a una menor por parte de su profesor Roberto Cueva, quién hoy se encuentra desaparecido. Ella guardó silencio todo el tiempo, pues el degenerado la tenía bajo amenazas.

En Satipo, en el mes de junio, otro maestro hizo noticia por aprobar a sus alumnas a cambio de tener intimidad con ellas, afortunadamente una de las menores se atrevió a denunciar y el maestro violador pudo ser capturado.

Hace una semana también informamos del caso de un colegio en Ventanilla, donde una maestra, siguiendo sus bajos instintos, se atrevió a manosear y acosar a una de sus alumnas.

Estas historias se repiten e indignan pues se trata de menores que son violentados sexualmente y aparentemente las autoridades son muy blandas a la hora de castigar. De acuerdo a la Doctora Carmen Gonzáles, estos casos se dan más en zonas rurales pues en estas zonas los maestros y policías son los que tienen más influencia y cuando hay ausencia paternal es ahí cuando los menores se tornan más vulnerables.