El terremoto de 7.2 grados de magnitud que ocurrió en México el pasado martes y dejó entre los escombros varios edificios ha despertado la preocupación en el país sobre la necesidad de conocer nuestro territorio.
Una publicación de Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) alerta sobre las condiciones del suelo que habitan los limeños sin tomar conciencia sobre la gravedad de este fenómeno natural.
Según el mapa, las zonas más propensas a colapsar son aquellas que se cimentaron sobre terreno arenoso. Por ejemplo, Villa el salvador, Chorrilos, Lurín, parte de San Juan de Miraflores y Barranco.
Y si es que su propiedad se encuentra en zonas de suelo rocoso como Los Olivos, San Miguel, San Isidro, San Borja, probablemente el peligro de vibración sísmica sea menor; sin embargo, eso no descarta un posible derrumbe.
En definitiva, la realidad de muchos edificios en el país no es alentadora. Por ello, es importante fomentar la cultura de prevención ante un sismo de gran intensidad.
