Lima es una bomba de tiempo y la alerta se viene dando desde hace mucho. De producirse un terremoto de más de 8 grados en la capital peruana, el 88% de las viviendas colapsarían según cifras del centro de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID) de la UNI.
Según especialistas de la comunidad científica, nuestra capital espera un movimiento sísmico de magnitud 8, 5 a más. Esto se deduce por el largo periodo de silencio sísmico que ha atravesado esta ciudad y hay bastante energía acumulada.
El principal enemigo de nuestra capital ha sido y es la informalidad, lo que ha llevado a muchos a construir sus viviendas en zonas vulnerables y sin seguir los parámetros establecidos, lo que pone en riesgo a la población.
El tipo de suelo es otro factor que influye en si las estructuras resistirían o no, Comas, Independencia, La Molina, San Martín de Porres, Villa el Salvador y San Juan de Lurigancho son los distritos con mayor riesgo por la composición de sus suelos.
Las autoridades han anunciado la implantación de un sistema de alerta temprana para sismos, pero según los especialistas, en el particular caso de Lima, esto no sería tan fácil por las condiciones de nuestro terreno.
Las alertas ya están dadas, ahora solo queda prevenir y estar preparados.