Se inició la época escolar en algunos colegios del Perú y el querido “Loco” Wagner no se pudo escapar de su primer día de clases. Pese a que había mostrado mucho entusiasmo por reencontrarse con sus compañeros, al integrante de “La Noche es Mía” le pasó de todo antes de asistir a su aula. Para empezar, se quedó dormido y su madre tuvo que despertarlo a la fuerza. Luego no le quedó ni tiempo para poder tomar desayuno.
Por eso, tuvo que llevar sus panes en su mochila para luego comérselos en el camino. Pero eso no fue lo peor: el “Loco” Wagner intentó tomar el microbús para llegar a tiempo al colegio, pero los cincuenta céntimos que tenía en el bolsillo fueron rechazados por el cobrador y tuvo que ir hasta su institución caminando y con todo este calor.
Pero si creía que lo peor había pasado se equivoca. Como era de esperarse, el integrante de “La Noche es Mía” llegó tarde a clases y su profesor lo castigó junto con otro compañero. Ambos no hicieron planchas ni ranas, sino que fueron obligados a arrodillarse en chapas, un castigo expreso para todos los alumnos que lleguen fuera de la hora indicada. Así, con todos estos problemas, Wagner pudo entrar a su salón y recibir las primeras lecciones del año.
