Muchas leyendas se tejen en el país, especialmente en nuestra selva amazónica. Una de las más populares es la del chullachaqui, un duende que habita en los bosques y cuyo nombre significa el de los “pies disparejos”, es decir, que no son iguales.
Se dice que él muchas veces adopta la forma de un ser querido para hacernos perder entre los árboles. Sin embargo, las calles de Lima han sido tomadas por este personaje que en vez de generar temor, causa mucha gracia con sus sensuales movimientos al ritmo de la música selvática.
Detrás de él, se esconde un joven artista que anhela publicar en algún momento un libro pues disfruta mucho de la escritura. Si bien el camino no fue fácil y tuvo poco apoyo de su familia, hoy en día se viene ganando un lugar en la capital.
Tal es sí que Judith Bustos, mejor conocida como La Tigresa del Oriente, lo llamó para que participara en su último videoclip que rinde homenaje a la ‘bicolor’ por su participación en el Mundial de Rusia.
A pesar de ello, la fama no se le subió y continúa con esa humildad que le ha permitido dar alegría y generar sonrisas a todo aquel que se lo cruce junto a su banda musical.
