Arte en hora punta. Bajo el puente Balta, en medio de atolladeros e impaciente espera, un grupo de jóvenes aprovecha cada parada de semáforo para regalarle a un estresado público (de cuatro ruedas) un espectáculo digno del famoso Cirque du Soleil de Francia.
Los chicos que oscilan entre 21 y 26 años sorprenden a conductores y peatones con unos maromas y bailes urbanos sacados de la creatividad de meses de entrenamiento. Peruanos y venezolanos unidos se organizan desde muy temprano para trabajar en las calles y juntar su dinero. Cada uno tiene un sueño relacionado al arte.
Coreografías, break dance, acrobacias y hasta el número de un ‘hombre araña’ que se sube al techo de los buses es parte del amplio repertorio que ofrecen estos jóvenes. Ellos son los artistas que regala la calle.