Piratas informáticos atacaron el sitio web del mercado de valores de Tel Aviv, de la aerolínea “El Al” y tres bancos, en acciones calificadas por el Gobierno como ciberofensiva contra su Estado.
Los ataques se han producido pocos días después de que un “hacker” anónimo se autoproclamó como simpatizante de la causa palestina, colgara en Internet los datos de miles de israelíes que tenían tarjetas de crédito y otra información personal.
Debido a este nuevo ataque, las operaciones en la bolsa y los vuelos de El Al funcionaban con normalidad a pesar del sabotaje, ocurrido mientras medios israelíes daban cuenta de que unos piratas informáticos propalestinos amenazaron durante el fin de semana con cerrar las páginas de la TASE y de la aerolínea.
Aunque en un primer momento se pensó que estaban limitados a zonas en las que no causaban inconvenientes, los ataques desataron una alarma especial en un país que depende de sistemas de alta tecnología para defenderse de vecinos hostiles.
A pesar de ello, las autoridades señalaron que estos ataques de los piratas informáticos no suponen una amenaza inmediata para la seguridad.
El First International Bank of Israel y dos bancos subsidiarios, Massad y Otzar Hahayal, señalaron mediante sus páginas de publicidad, que estas han sido pirateadas pero aquellas que ofrecen servicios vía Internet a los clientes no se han visto afectadas.
Por su parte, el tercer mayor banco del país, Discount confirmó no haber sufrido ataques, pero iba a cerrar temporalmente el acceso a su web desde el exterior como medida de prevención.
Mientras que a la web de la bolsa se podía acceder de forma intermitente, aunque el comercio no se vio afectado.
El Al indicó que tomó precauciones para proteger su página web, que podría tener alguna interrupción de su actividad en Internet.
Hasta el momento, nadie se atribuye la responsabilidad por los incidentes. Pero, el grupo islamista Hamas, que gobierna el territorio palestino de la Franja de Gaza, felicitó los ataques calificándolos como un golpe contra el Estado judío, al cual no reconoce.
“Este se convierte en un nuevo campo de resistencia contra la ocupación y alentamos a los jóvenes árabes a ampliar sus métodos en la guerra electrónica ante los crímenes (de Israel)”, declaró el portavoz Sami Abu Zuhri.