Las graves anegaciones que han devastado el sur de Filipinas por las copiosas lluvias y los fuertes vientos de la tormenta tropical Washi dejaron al menos 180 personas muertas y 375 desaparecidos.
Las autoridades señalan que el número de víctimas mortales aumentará a medida que progresen las operaciones de búsqueda y rescate además de informar que las personas fallecieron ahogadas, salvo los cinco mineros de Compostela Valley que perecieron en una avalancha.
"Las inundaciones son enormes, estos fenómenos se dan ocasionalmente y probablemente la población se descuidó", señaló el director del Consejo Nacional de Prevención y Respuesta de Desastres, Benito Ramos.