Luego de tres años, finalmente un tribunal estadounidense declaró culpable a Robert Lyons, de 39 años, del asesinato en primer grado de su progenitora Linda Bolek, luego de golpearla y apuñalarla hasta causarle la muerte.
El jurado detalló, que antes de asestarle un filudo cuchillo a su madre, el asesino la golpeó dos veces con una botella de coñac, por lo que Lyons podría recibir una condena de 20 años de prisión.
Cegado por la furia, el sujeto decidió acabar con la vida de su madre, luego de que ella no le diera el permiso para llamar a un amigo y comprar entradas para asistir al concierto de ídolo juvenil Avril Lavigne.