La administración de Barack Obama anunció que analizará caso por caso los procesos de deportación de inmigrantes indocumentados y permitirá que se queden en el país aquellos que no hayan cometido delitos.
El anuncio lo realizó Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interior, afirmando que “El presidente ha dicho que no tiene sentido que la policía gaste tiempo en casos de baja prioridad, cuando debe concentrarse en deportar indocumentados que tengan antecedentes penales”.
Sin embargo, la iniciativa del mandatario no ha encontrado respuesta hasta el momento, ya que no ha podido evitar la deportación de miles de personas que no habían realizado ningún acto ilegal aparte de no contar con la documentación necesaria.
La iniciativa del Gobierno beneficiaría a unas 300 mil personas cuyos procesos de deportación ya se encuentran en los tribunales de EE.UU. “Sus casos serán revisados de forma individual y, si llegan a ser considerados “de baja prioridad serían desechados”, indicó la secretaria de Seguridad Interior.
