El epicentro del movimiento telúrico se localizó en territorio de la vecina república centroasiática de Kirguizistán, donde no se registraron grandes daños, a unos 235 kilómetros de Taskent, capital uzbeka.
Según las primeras informaciones, la zona más afectada fue Ferganá, provincia densamente poblada de Uzbekistán, donde varios edificios se cayeron como castillo de naipes. Oficialmente, el sismo ha dejado hasta el momento 13 muertos y más de 80 heridos.
En Ferganá y en muchas otras aldeas cercanas, la gente abandonó sus hogares y permaneció varias horas a la intemperie cuando el terremoto causó grietas en sus viviendas y edificios. Se cree que el número de muertos y heridos aumente conforme avancen las horas.
El presidente uzbeko, Islam Karímov, ha ordenado a los equipos de rescate que tomen todas las medidas necesarias para ayudar a los damnificados y superar las secuelas del seísmo.