Más de 100 000 personas marcharon por las calles de Santiago para exigir una mejora en la educación pública de Chile, en una de las mayores protestas de los últimos 20 años que culminó con 13 detenidos y violentos choques con la Policía.
Los manifestantes se reunieron en la céntrica Plaza Italia y marcharon al Ministerio de Educación y el Palacio Presidencial de La Moneda, cubriendo en su trayecto decenas de cuadras de la av. Alameda, en una marcha pacífica que en sus últimas horas derivó en actos aislados de vandalismo y enfrentamientos con la Policía.
Los organizadores estimaron la convocatoria en más de 200 000 personas, mientras que los medios locales cifraron en cerca de 100 000 los asistentes.
“Esto ha sido histórico, desde la vuelta a la democracia no se había visto algo así”, comentó Giorgio Jackson, uno de los líderes estudiantiles. Los manifestantes también exigieron cambios en el gabinete de Sebastián Piñera.
“Queremos que el Gobierno entienda que esto es un movimiento político, que lo que estamos peleando es una mejor educación”, reclamó ante los presentes la dirigente estudiantil Camila Vallejos. El Gobierno, liderado por el conservador Piñera, rechazó de plano las pretensiones de los estudiantes, quienes exigen incluso cambios tributarios y reformas constitucionales. “(Ellos) dieron un portazo al diálogo en el sentido de que hicieron peticiones que indican que no están para llegar a un acuerdo”, reclamó el ministro de Educación, Joaquín Lavín. Desde la oposición, también fustigada por los estudiantes, parlamentarios socialistas y comunistas exigieron la inmediata salida del ministro Lavín.
“Tiene paralizado el país y no ha tenido la visión ni capacidad para instaurar un diálogo con los actores educacionales sobre la reforma estructural que se requiere”, dijeron los diputados. Pero el Presidente dijo que anunciará un plan educacional a desarrollar hasta 2014. Los jóvenes, entre ellos niños de 12 años, coparon el centro de Santiago con carros alegóricos con figuras de Augusto Pinochet y Michelle Bachelet, además de cientos de pancartas.
Los jóvenes, que piden estatizar la educación pública hoy a cargo de los municipios, tienen en jaque al Gobierno, cuyo apoyo bajó a 36%, según sondeos.
Los estudiantes también reclaman porque hay empresas que administran y lucran con la educación en Chile. Los jóvenes, que han realizado decenas de manifestaciones este año, protestan en el fondo por la calidad e inequidad del sistema educativo, que a su juicio ahonda las diferencias sociales. En cifras, solo un 60% de los jóvenes menores de 24 años logra egresar del colegio en el segmento del 10% más pobre, mientras que esa cifra sube a 97% en el décimo más rico. Las estadísticas oficiales añaden que solo uno de cada seis jóvenes pobres tiene acceso a la educación superior, mientras que la relación sube a seis de diez en los hogares más ricos. Chile tiene 3,5 millones de escolares y un millón de estudiantes de educación superior.
(Fuente: Agencias)
