La Casa Blanca consideró que la orden de arresto dictada por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el líder libio Muammar Gaddafi refleja la ilegitimidad de ese régimen.
'Le damos la bienvenida, (la orden) es otro indicio de que Muammar Gaddafi ha perdido su legitimidad', dijo aquí el vocero presidencial Jay Carney al ser cuestionado sobre la orden emitida este día en La Haya.
Carney indicó igualmente que la orden convalida de cierta manera el objetivo de la campaña militar lanzada por Estados Unidos y la OTAN contra Gaddafi para proteger a la población civil opuesta a su gobierno.
'Creemos que frente a la magnitud y gravedad de los crímenes que él ha cometido, debe haber justicia y rendición de cuentas', indicó.
La orden bajo cargos de crímenes de guerra y contra la humanidad fue extensiva también para su segundo hijo Saif al Islam y su cuñado Abdulá al Senusi, jefe de la inteligencia militar libia.
Durante una audiencia pública, los jueces de la Sala Preliminar primera de la CPI explicaron que la Fiscalía presentó pruebas suficientes y convincentes para ordenar estos arrestos.
Los jueces precisaron que las pruebas demuestran que Gaddafi autorizó un plan para reprimir por todos los medios las manifestaciones.
Desde mayo pasado el fiscal Luis Moreno Ocampo pidió a los jueces ordenar el arresto de Gaddafi, su hijo Saif al Islam y al Senusi por cometer estos crímenes durante la represión de las protestas contra su gobierno.
Según Moreno Ocampo, los tres son sospechosos de las muertes y persecuciones cometidos por fuerzas de seguridad contra civiles en Trípoli, Bengazi y Misrata, delitos que constituyen crímenes contra la humanidad.
Carney aseguró que la 'decisión de la corte pone de relieve los alcances de los esfuerzos la coalición en Libia y es otro paso en dirección para hacer que (Gadafi) rinda cuentas'.