La defensa ha negociado con la acusación un acuerdo que llevó a England a admitir su culpa en siete de los nueve cargos que pesaban en su contra, a cambio de la retirada de los otros dos.
Concretamente, la soldado se declaró culpable de dos delitos de conspiración, cuatro de maltrato a prisioneros y uno de negligencia en el cumplimiento del deber.
A través del acuerdo, la acusación retiró un cargo relacionado con la comisión de actos indecentes contra reclusos iraquíes y otro por desobedecer órdenes de sus superiores.
La sentencia contra England se verá así reducida de un máximo posible de 16 años y medio de prisión a un máximo de once años.
Está previsto que a finales de esta misma semana el tribunal castrense encargado de este caso dé a conocer la pena impuesta a esta mujer que hace justo un año, cuando se destapó el escándalo de Abu Ghraib, pasó del anonimato a convertirse en la protagonista de uno de los episodios más dañinos para la imagen de EEUU.
La reservista del Ejército apareció en varias fotos que dieron la vuelta al mundo, que reflejan claramente que los prisioneros iraquíes eran sometidos a toda clase de actos humillantes por parte de sus captores estadounidenses.
En una de las fotografías, England aparece apuntando a los genitales de un prisionero, con un cigarrillo en la mano y una amplia sonrisa. En otra, se la ve tirando de una correa amarrada al cuello de un prisionero desnudo.