Internacionales

Jueves, 21 de abril del 2005

Detienen a peruano en Chile con 150 ovoides de cocaína en su estómago

Ciento cincuenta ovoides de cocaina, equivalentes a un kilo 750 gramos, llevaba en su estómago un ciudadano peruano detenido por la Brigada Antinarcóticos de Investigaciones de Chile en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez.

Detienen a peruano en Chile con 150 ovoides de cocaína en su estómago

Ciento cincuenta ovoides de cocaina, equivalentes a un kilo 750 gramos, llevaba en su estómago un ciudadano peruano detenido por la Brigada Antinarcóticos de Investigaciones de Chile en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez.




El arrestado fue identificado como Darwin Aguilar Pérez, de 45 años, quien tenía antecedentes por tráfico de drogas e incluso en Perú estuvo detenido debido a este delito. Al llegar al terminal aéreo se puso muy nervioso ante la consulta rutinaria de los detectives sobre las razones de su estadía en Chile. Esto llevó a los funcionarios a revisar cuidadosamente su equipaje y al no hallar nada lo llevaron hasta el Hospital San Juan de Dios, ante la eventualidad de que se tratara de un "burrero". Los rayos X detectaron el estupefaciente y llamó la atención la gran cantidad de ovoides que posteriormente expulsó de su organismo. Seguidamente, se estableció que tenía una orden de detención emanada de Interpol de Perú. Además, usaba el nombre falso de Jorge Ermitaño y con esa identidad ingresó varias veces a Chile por las inmediaciones del Complejo Fronterizo Chacalluta, en la Primera Región. Aguilar conoce muy bien la zona fronteriza y eso le permitía eludir los controles. Sin embargo, al ser interrogado confesó su delito y relató que fue contratado en Tacna, Perú, por traficantes de esa ciudad. Ellos le ofrecieron traer la cocaina al interior de su estómago y debía entregarla en Santiago a un sujeto que se contactaría con él. Según se informó, en diciembre de 1987 estuvo recluido por tráfico de drogas por orden del 46º Juzgado en lo Penal de Perú. Posteriormente, al salir en libertad, comenzó a utilizar el nombre falso que le permitía viajar y eludir las fiscalizaciones. El 11 de marzo pasado, Interpol Perú alertó a sus similares de Chile y Argentina, dejándolo al descubierto. Sin embargo, su nerviosismo hizo salir a flote la verdad, se descubrió el cargamento ilíco, su verdadera identidad y la orden de detención en su contra. Todos los antecedentes quedaron en manos del 16º Juzgado del Crimen de Santiago.

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