El abejorro gigante o colorado (Bombus dahlbomii), el más grande del mundo, nativo de Chile y Argentina, atraviesa una crisis de supervivencia. En poco más de 25 años, su presencia se redujo de manera acelerada en amplias zonas desde el centro-norte al sur de Chile y en la Patagonia argentina. En 2016 fue incluido como especie en peligro de extinción en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, tras registrar una pérdida de distribución superior al 54% en una década.
DESAPARICIÓN ACELERADA
Investigaciones científicas y testimonios locales coinciden en que el abejorro nativo, de color anaranjado y vuelo tranquilo, hoy es un avistamiento raro. “En zonas donde lo estudiamos por más de 25 años, desde 2007 ya no lo vimos”, advierte Marina Arbetman, doctora en Biología del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente. La proyección indica que la población seguirá disminuyendo si no se revierte la tendencia, un escenario que ya se percibe tanto en áreas rurales como urbanas.
IMPACTO DEL ABEJORRO EUROPEO
Uno de los factores clave es la introducción del abejorro europeo (Bombus terrestris), autorizada en 1997 por el Servicio Agrícola y Ganadero para polinizar cultivos. Con el tiempo, la especie escapó de los invernaderos, se naturalizó y se expandió. Científicos identificaron una relación entre su invasión y la transmisión de patógenos que afectan al nativo, además de su rápida reproducción y competencia por néctar, lo que impacta tanto a la flora endémica como a la apicultura.
Aunque solo Chile autorizó su importación, el abejorro europeo se expandió hacia Argentina y continúa avanzando. Investigadores advierten que podría llegar a Perú y Brasil, agravando el riesgo regional. El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas respalda estudios que señalan impactos ecológicos y sanitarios persistentes, pese a mayores controles adoptados desde 2020.
CIENCIA Y COMUNIDAD PARA SALVAR LA ESPECIE
Ante el avance de la amenaza, científicos y ciudadanía impulsan campañas de conservación. En Chile, iniciativas como Salvemos nuestro abejorro y concursos de registro fotográfico buscan mapear avistamientos; en Argentina, proyectos comunitarios promueven reportes para monitorear poblaciones nativas e invasoras. Además, se recomienda plantar flora nativa para favorecer su alimentación.
El Ministerio del Medio Ambiente de Chile clasificó al abejorro gigante como especie en peligro y reconoció factores como fragmentación del hábitat, pesticidas, cambio climático e interacciones con especies introducidas. Sin embargo, especialistas coinciden en que mientras continúe la comercialización del abejorro europeo, los esfuerzos de reintroducción del nativo enfrentarán serias limitaciones para revertir su camino hacia la extinción.



