El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió con la tradición anual de indultar a dos pavos en la Casa Blanca, evitando que las aves terminen en la cena de Acción de Gracias. El acto se llevó a cabo en la Rosaleda de la Casa Blanca, acompañado de la primera dama, Melania Trump.
Los pavos perdonados este año se llaman Gobble y Waddle, nacidos en julio en Carolina del Norte, con pesos de 24 y 23 kilos respectivamente. Ambos fueron seleccionados a través del concurso anual de la Federación Nacional del Pavo y pasarán el resto de sus días bajo cuidado de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
UNA TRADICIÓN DE HACE DÉCADAS
La práctica de indultar pavos tiene raíces históricas desde Abraham Lincoln, aunque se oficializó como tradición anual en 1963 con John F. Kennedy. Cada año, millones de pavos en Estados Unidos son sacrificados para la cena de Acción de Gracias, pero estos dos ejemplares se salvaron gracias a esta tradición.
Desde 1989, con George H. W. Bush, los indultos de pavos se convirtieron en una oportunidad para los presidentes de bromear y generar un momento ameno en la Casa Blanca, siendo actualmente uno de los actos más pintorescos y mediáticos de la festividad.



