Las autoridades de inmigración de los Estados Unidos detuvieron a 475 trabajadores, la mayoría ciudadanos surcoreanos, en una fábrica de Hyundai Motor, en Georgia, como parte de una investigación sobre prácticas laborales ilegales.
El operativo fue ejecutado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU, y forma parte de una extensa indagación criminal en curso sobre denuncias de contratos irregulares de empleo y otros delitos federales graves.
PROMESA DE DONALD TRUMP
Al respecto, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Lee Jaewoong, rechazó la redada y dijo que los detenidos eran parte de una "red de subcontratistas" y que los empleaban distintas empresas en el país.
La intervención es una de las tantas que diariamente realizan agentes de inmigración en lugares de trabajo, con el fin de cumplir la promesa del presidente Donald Trump, de emprender la mayor operación de deportación de la historia.