Lo que empezó como unas vacaciones en Perú terminó cambiando la vida de una joven británica. Mirelle Radley, de 30 años y originaria de Sheffield, viajó al Valle Sagrado sin imaginar que regresaría a Inglaterra acompañada por un perro callejero al que llamó Paddington.
En un inicio, Radley no tenía intención de adoptarlo. Sin embargo, el can comenzó a seguirla fielmente en sus excursiones e incluso la acompañó durante un paseo a caballo. Al notar su persistencia y la falta de cuidados que recibía, la joven sintió la responsabilidad de hacerse cargo de él. La conexión entre ambos surgió de inmediato.
LA INCREÍBLE TRAVESÍA DE PADDINGTON
Decidida a llevarlo a casa, Radley enfrentó un proceso largo y costoso. El traslado internacional de un animal exige vacunas, análisis médicos y permisos especiales. Para costearlo, lanzó una campaña de financiamiento colectivo en redes sociales que rápidamente se viralizó. Más de 400,000 personas siguieron la historia de Paddington en Instagram, y la iniciativa contó con el apoyo de la organización local Colitas con Canas.
Aunque todo parecía encaminado, surgieron varios obstáculos. Al volver a Sudamérica para recoger a su nuevo compañero, un error en la documentación impidió su ingreso inmediato a Europa. Esto obligó a Radley a buscar rutas alternativas por Bélgica y otros países, donde visitó veterinarios y cumplió con nuevas revisiones.
Finalmente, tras semanas de esfuerzo, Radley logró lo que parecía imposible: Paddington llegó a Inglaterra y se unió a su nueva familia, convirtiéndose en el recuerdo más valioso de un viaje que cambió para siempre la vida de ambos.