El Gobierno de Estados Unidos intensificó su política migratoria al confirmar que más de 55 millones de extranjeros con visas vigentes están bajo “control continuo”. El anuncio, realizado por un funcionario del Departamento de Estado, refuerza la campaña contra titulares de visados que infringen la ley o son considerados riesgos para la seguridad nacional.
Según datos oficiales, en lo que va del año se han revocado más de 6 mil visas de estudiantes, casi cuatro veces más que en 2024. Las cancelaciones obedecen principalmente a permanencias ilegales o violaciones a la ley, aunque entre 200 y 300 de estas visas fueron retiradas por presunta vinculación con terrorismo, amparadas en la Ley de Inmigración y Nacionalidad. El control se basa en revisar información como antecedentes penales, historial migratorio o cualquier indicio de inelegibilidad detectado tras la emisión de la visa.
SUSPENSIÓN DE VISAS PARA CIUDADANOS DE GAZA
El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció la suspensión de todas las visas de visitante para personas provenientes de Gaza, alegando “evidencia” de vínculos con organizaciones terroristas como Hamas. La medida afecta permisos humanitarios y médicos que permitían ingresos temporales a EEUU, mientras se revisa el proceso de aprobación.
ENDURECIMIENTO DE LA POLÍTICA MIGRATORIA
Estas medidas forman parte de una amplia campaña migratoria impulsada por el Gobierno de Donald Trump, que también endureció los requisitos para acceder a la ciudadanía estadounidense. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) instruyó a sus funcionarios a evaluar de manera más estricta la “buena conducta moral” de los solicitantes, introduciendo mayor incertidumbre en el proceso de naturalización.