El gobierno de Estados Unidos elevó de US$25 a US$50 millones la recompensa por información que conduzca a la captura de Nicolás Maduro, acusándolo de narcotráfico y coordinación con organizaciones criminales.
En respuesta, el dictador venezolano advirtió al gobierno de Donald Trump que cualquier ofensiva contra él podría significar "el inicio del final del imperio norteamericano", durante su programa Con Maduro+ en TVES.
Acusaciones y advertencia
La fiscal general estadounidense Pam Bondi anunció el incremento de la recompensa el pasado 8 de agosto, vinculando a Maduro con la incautación de 30 toneladas de cocaína (casi 7 toneladas asociadas directamente a él).
También lo acusó de mantener lazos operativos con el Tren de Aragua, organización catalogada como terrorista, y el Cártel de Sinaloa. "No se atrevan [...] Dejen quieto a quien quieto está", desafió Maduro ante las cámaras.
Contexto diplomático y réplica
El canciller Yvan Gil calificó la medida de "patética" y sugirió que Bondi busca desviar atención del caso Jeffrey Epstein. Las tensiones incluyen sanciones económicas, denuncias de fraude electoral tras los comicios de julio de 2024 y represión de protestas.
La disputa se remonta a acusaciones de marzo de 2020, cuando Washington señaló a Maduro de colaborar con las FARC para "usar la cocaína como arma" contra EE.UU. Venezuela no ha presentado pruebas para refutar los nuevos cargos, mientras el gobierno estadounidense insiste en sus alegatos de narcotráfico internacional.