Más de un millón de jóvenes de 146 países asistieron este domingo a la misa de clausura del Jubileo de los Jóvenes presidida por el papa León XIV en la explanada de Tor Vergata, en las afueras de Roma.
El pontífice animó a los asistentes a aspirar a cosas grandes y rechazar el conformismo o consumismo, defendiendo que "otro mundo es posible". El evento, celebrado cada 25 años, marcó el cierre de una semana de actividades con centenares de miles de peregrinos.
León XIV llegó en helicóptero al escenario principal, donde pronunció una homilía traducida al italiano, inglés y español. Subrayó que la plenitud de nuestra existencia no depende de lo que acumulemos ni de lo que poseamos, sino de "aquello que sabemos acoger y compartir con alegría. La misa congregó a la mayor asistencia juvenil desde el Jubileo del 2000, reflejando el alcance global de este hito católico.
Solidaridad con zonas en conflicto
Antes del rezo del Ángelus, el pontífice proclamó que "¡Estamos con la gente joven de Gaza y con los jóvenes de Ucrania! Con todas aquellas tierras ensangrentadas por la guerra", suscitando aplausos en la multitud. Afirmó que los jóvenes son prueba de que un mundo de fraternidad y amistad es posible, donde los conflictos se resuelvan con diálogo, no con armas.
Llamado a no caer en consumismo
El pontífice instó a no caer en el simple consumismo ya que "Comprar, acumular, consumir no es suficiente. Necesitamos alzar los ojos". Exhortó a aspirar a la santidad independientemente de su ubicación geográfica o condición social, enfatizando que la verdadera realización surge de compartir y construir comunidades basadas en valores humanos esenciales.