Nash, un niño que vino al mundo 133 días antes de lo previsto, acaba de cumplir su primer año de vida, desafiando todos los pronósticos médicos y estableciendo un récord Guinness como el bebé más prematuro en sobrevivir.
Nacido con apenas 21 semanas de gestación, su caso fue catalogado como crítico desde el primer momento. Fue resucitado al nacer y trasladado de inmediato a cuidados intensivos, donde permaneció por seis meses bajo estricta vigilancia médica.
Un caso único en la historia médica
“El cuidado de un bebé de 21 semanas es completamente distinto a otros casos de prematuridad. Requiere atención altamente especializada y vigilancia constante. Cada hora puede marcar la diferencia”, explicó la doctora Amy Standford al Guinness World Records.
Aunque Nash fue dado de alta, aún depende de oxígeno y una sonda de alimentación para recibir los nutrientes necesarios. También presenta pérdida auditiva como consecuencia de las complicaciones al nacer. No obstante, sus médicos confían plenamente en su recuperación a largo plazo.
Récord superado por un día
Nash superó por apenas un día el récord anterior que ostentaba Curtis, otro niño nacido a las 21 semanas y 1 día, quien hoy tiene cuatro años y lleva una vida estable pese a las dificultades iniciales.