Una nueva escalada política se registra en Medio Oriente. El Parlamento de Israel aprobó este miércoles una moción simbólica que promueve la anexión de Cisjordania, una región clave en el conflicto israelí-palestino. La medida, aunque no tiene efectos legales inmediatos, ha generado fuertes reacciones en Palestina y la comunidad internacional.
¿QUÉ IMPLICA LA MOCIÓN APROBADA POR LA KNÉSET*?
La propuesta fue presentada por el diputado Simcha Rothman, del partido Sionismo Religioso, y recibió 71 votos a favor frente a 13 en contra. En ella, se afirma que Judea, Samaria y el Valle del Jordán forman “una parte inseparable de la patria histórica del pueblo judío”. También se exige aplicar la soberanía israelí sobre esas áreas, desafiando cualquier plan internacional que implique concesiones territoriales.
“El pueblo judío no puede ser ocupante de su propia tierra”, declaró el presidente del Parlamento israelí, Amir Ohana, tras la votación. Si bien la moción no es vinculante, refleja la presión creciente de sectores de derecha que buscan formalizar una anexión de hecho sobre los territorios palestinos.
RECHAZO FRONTAL DE PALESTINA Y PREOCUPACIÓN GLOBAL
La respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores de Palestina fue inmediata. A través de un comunicado, calificaron la moción como una medida “colonial” que refuerza un sistema de apartheid y contraviene las resoluciones de la ONU y la Corte Internacional de Justicia. También denunciaron que Israel continúa expandiendo los asentamientos y profundizando su control territorial día a día.
Esta moción se produce después de que la Knéset* también rechazara por mayoría la creación de un Estado palestino. Analistas coinciden en que este movimiento forma parte de una estrategia política de anexión gradual y pone en riesgo cualquier posibilidad de solución pacífica al conflicto.
*La Knesset es el parlamento unicameral del Estado de Israel. (Con información de la IA)
