George Retes, exsoldado de 25 años y padre de dos hijos, se preparaba para celebrar el tercer cumpleaños de su hija en un parque del sur de California cuando, el pasado 10 de julio, fue arrestado sin previo aviso por agentes federales durante una redada en su centro de trabajo, una plantación legal de marihuana. “Todo lo que quería era estar allí para el cumpleaños de mi hija… Estaba tan emocionado de verla cumplir tres años y simplemente disfrutar de su día”, contó en entrevista con CNN. En vez de ver la sonrisa de su pequeña, Retes terminó en una celda con luces encendidas permanentemente y sin saber por qué había sido detenido.
Un operativo migratorio que dejó heridas físicas y emocionales
Según relató a CNN, ese día llegó como de costumbre a su puesto de trabajo como guardia de seguridad en Glass House Farms, Camarillo, sin imaginar el caos que encontraría: protestas, vehículos bloqueando el camino y agentes armados impidiendo el acceso. Tras identificarse como ciudadano estadounidense, asegura que intentó alejarse del lugar, pero fue rodeado por oficiales, gaseado, extraído violentamente de su vehículo y esposado. “Tenía un agente arrodillado sobre mi espalda y otro arrodillado sobre mi cuello”, afirmó. Las lesiones, tanto físicas como emocionales, lo acompañaron durante los tres días que pasó recluido.
Durante su detención, ni él ni su familia recibieron información. “Nunca me dijeron nada… Me senté ahí durante horas preguntándoles por qué estaba allí, por qué me estaban arrestando, y nadie podía darme una respuesta”, aseguró Retes. Su esposa, Guadalupe Torres, declaró entre lágrimas a KABC que intentó sin éxito comunicarse con diferentes autoridades para conocer el paradero de su esposo. “No sé dónde está. He estado despierta desde las 6 a.m. tratando de llamar”, dijo. La única atención médica que recibió fue la aplicación de una venda en la pierna herida por los vidrios de su auto.
Finalmente, Retes fue liberado sin cargos ni explicación. “¿Así que básicamente estuve encerrado sin razón alguna y me perdí el cumpleaños de mi hija sin razón?”, preguntó al salir del Centro Metropolitano de Detención de Los Ángeles. Aunque la Oficina del Fiscal Federal confirmó a CNN que no se presentarán cargos, el Departamento de Seguridad Nacional lo acusó públicamente de “bloquear la carretera y desafiar a los agentes”. “Pueden mentir todo lo que quieran. Eso no es lo que ocurrió”, respondió él. Hoy, Retes intenta seguir adelante con su familia. “Es simplemente algo con lo que tendré que vivir el resto de mi vida”, concluyó.