El papa León XIV exigió este domingo a la comunidad internacional no justificar el castigo colectivo contra civiles ni el desplazamiento forzoso en Gaza, durante el rezo del Ángelus en Castel Gandolfo, en Italia.
El pontífice condenó el "uso indiscriminado de la fuerza" y reclamó protección para la población con respeto del derecho humanitario, tras el ataque israelí del jueves a la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, que causó tres muertos.
"Este hecho se suma a los continuos ataques militares contra lugares de culto", señaló León XIV, reiterando su exigencia de detener de inmediato la barbarie de la guerra. Nombró individualmente a las víctimas del bombardeo a la única iglesia católica de Gaza, expresando su profundo dolor y cercanía con sus familias.
Pide dejar las armas
En declaraciones previas tras la misa en la catedral de Albano, León XIV pidió "dejar las armas" y advirtió que "El mundo no soporta más la guerra". Confirmó haber insistido al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en "proteger lugares sacros" durante una llamada telefónica posterior al ataque.
Extensión de estadía de verano
La Sala de Prensa vaticana confirmó que el pontífice prolongará su descanso en Castel Gandolfo hasta el martes, retrasando su regreso a Roma. Durante su homilía matutina, instó a fomentar "cercanía y acogida" en verano, promoviendo una "cultura de paz entre pueblos y religiones".
