En una cena celebrada en la Casa Blanca, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, entregó personalmente una carta en la que postula al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al Premio Nobel de la Paz. El gesto ocurrió en el marco de una conversación entre ambos líderes sobre la iniciativa de alto el fuego por 60 días en la Franja de Gaza, propuesta impulsada por Washington. Netanyahu no escatimó elogios: “Es bien merecido y deberías recibirlo”, le dijo a Trump durante el encuentro.
Esta no es la primera vez que Trump es propuesto como candidato al galardón que otorga el Comité Nobel con sede en Oslo. En junio, el Gobierno de Pakistán formalizó una nominación destacando su papel en la tregua entre India y Pakistán. Días después, el congresista estadounidense Buddy Carter remitió otra carta de respaldo a la candidatura del exmandatario, sumándose a los apoyos internacionales que ha recibido en los últimos meses.
Un anhelo reiterado por el expresidente
Donald Trump ha manifestado públicamente su aspiración de obtener el Nobel de la Paz, comparando sus esfuerzos con los de expresidentes galardonados. “Lo merezco tanto o más que Barack Obama”, ha señalado en reiteradas ocasiones, en alusión al premio recibido por el demócrata en 2009. Ahora, con esta nueva postulación de Netanyahu —legítima según los estatutos del Comité Nobel, que permiten a jefes de Estado y legisladores presentar candidatos—, su deseo podría estar un paso más cerca.
Durante la cena, Trump se mostró agradecido por el gesto del primer ministro israelí. “Viniendo de ti, es muy significativo”, expresó. El respaldo de Netanyahu refuerza el posicionamiento internacional del presidente estadounidense, especialmente en un contexto marcado por sus propuestas diplomáticas en conflictos activos como el de Medio Oriente y la guerra en Ucrania, cuya finalización ha prometido como parte de su agenda internacional.