El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles en La Haya (Países Bajos) que una delegación estadounidense se reunirá la próxima semana con Irán para retomar negociaciones nucleares, solo cinco días después de que EE.UU. bombardeara instalaciones atómicas iraníes.
Durante su rueda de prensa en la cumbre de la OTAN, Trump sugirió que Teherán podría "firmar un acuerdo" renunciando al enriquecimiento de uranio, demanda históricamente rechazada por Irán. No se precisó el lugar del encuentro, tras fracasos previos en Omán donde Washington exigió el cese total de actividades nucleares y Teherán defendió su programa pacífico.
Crisis en cumbre
Aunque la agenda oficial de la OTAN excluía el conflicto iniciado el 13 de junio (cuando Israel atacó blancos iraníes), Trump abordó el tema reiteradamente. El mandatario mantuvo posturas defensivas tras filtrarse un informe preliminar del Pentágono que cuestiona el impacto real de los ataques.
Discrepancias sobre efectividad
Trump insistió en que los bombardeos de EE.UU. "pulverizaron" las instalaciones nucleares. "Irán no tendrá armas nucleares [...] lo hicimos volar por los aires", dijo. Sin embargo, esto contradice el reporte del Pentágono que indica daños limitados, retrasando el programa iraní solo "unos meses".
Visiblemente molesto, el presidente leyó un informe israelí sobre la destrucción de Fordow y distribuyó el documento vía correo electrónico. Minimizó además la relevancia del diálogo. Manifestó que no me importa si hay acuerdo, pero "han destruido lo nuclear".
Polémica comparación histórica
En un encuentro previo con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Trump comparó los bombardeos con los ataques atómicos de EE.UU. contra Hiroshima y Nagasaki (1945). Aseguró que Irán tardará "décadas" en reconstruir las instalaciones y que lo último que quieren es volver a enriquecer uranio, descartando un reinicio del programa nuclear.