En un duro golpe al crimen organizado, las autoridades chilenas anunciaron el desmantelamiento de una sofisticada red de lavado de activos vinculada al Tren de Aragua, una de las bandas criminales más peligrosas de América Latina. La estructura financiera de la organización habría permitido movilizar más de 13,5 millones de dólares desde Chile hacia países como Venezuela, Colombia, México, Paraguay, Argentina, España y Estados Unidos.
OPERACIÓN SIMULTÁNEA
La acción policial dejó al menos 52 personas detenidas, la mayoría de ellas extranjeras, en operativos realizados en Santiago, Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Valparaíso, O’Higgins y Bíobío. Según el fiscal general de Chile, Ángel Valencia, la clave para combatir estas mafias es “quitarles el dinero y desarticular su estructura financiera”.
Entre los mecanismos utilizados por la red criminal figuran el uso de sociedades de papel, cuentas bancarias ficticias y operaciones con criptomonedas. Este esquema permitía lavar dinero proveniente de delitos graves como narcotráfico, sicariato, trata de personas, extorsión y secuestros.
RUTAS INTERNACIONALES
Las autoridades revelaron que parte de los fondos eran convertidos en criptomonedas para facilitar su salida del país, eludiendo así los sistemas tradicionales de detección de lavado de dinero. Valencia advirtió que los delincuentes pueden ser reemplazables, pero no así el dinero ni las redes que lo transportan.
El Tren de Aragua, originado en cárceles venezolanas, ha extendido su influencia por Perú, Colombia, Bolivia y Chile. La complejidad del caso ha puesto en evidencia la urgencia de reforzar la cooperación entre instituciones públicas y privadas para frenar la expansión del crimen organizado transnacional.
