Antes de partir a la cumbre de la OTAN en Países Bajos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió este martes contra Israel por lanzar ataques aéreos sobre Irán, pocas horas después de que se anunciara un alto el fuego entre ambos países, mediado por Washington. El mandatario expresó su “profunda decepción” por la actitud israelí, que, según dijo, socava los esfuerzos por contener la escalada militar en Medio Oriente.
ACUERDO BAJO FUEGO
Desde los jardines de la Casa Blanca, Trump exigió públicamente que Israel “se calme” y calificó como una “gran violación” el hecho de haber descargado bombas tras el pacto con Teherán. “Haz regresar a tus pilotos ahora”, escribió también en su red Truth. El presidente afirmó que tanto Israel como Irán deben cesar las hostilidades inmediatamente.
La denuncia de Trump se produjo luego de que el Ejército iraní acusara al “régimen sionista” de haber atacado instalaciones en su territorio en tres oleadas sucesivas, incluso después del inicio del alto el fuego, programado para las 04:00 GMT de este martes. Las autoridades de Teherán informaron que los bombardeos continuaron hasta pasadas las 09:00 hora local.
CONFUSIÓN Y ACUSACIONES CRUZADAS
Mientras Irán condenaba los ataques, Israel denunció el lanzamiento de un misil desde suelo iraní apenas una hora después del cese de hostilidades. Sin embargo, las Fuerzas Armadas de Irán negaron haber efectuado disparos en ese periodo. El sistema defensivo israelí interceptó el proyectil y no se registraron víctimas, según el servicio de emergencias Magen David Adom.
Trump, visiblemente frustrado, señaló que ambos países “ya no saben qué están haciendo” y reiteró que no aprueba ni los ataques de Israel ni las respuestas iraníes. “Se tienen que calmar. Es ridículo”, dijo. Con esta intervención, el mandatario busca reafirmar su rol como mediador en el conflicto, aunque el frágil alto el fuego parece estar al borde del colapso.