Una insólita situación se vivió en la provincia turca de Diyarbakır, luego de que las autoridades decidieran quemar más de 20 toneladas de marihuana incautadas en los últimos años. La operación, realizada el pasado 18 de abril, afectó directamente al distrito de Lice, donde cerca de 25 mil personas inhalaron el humo durante al menos cinco días.
VECINOS TERMINARON "DOPADOS"
Lejos de pasar desapercibido, el humo cargado de THC provocó síntomas inesperados entre la población, que reportó mareos, náuseas, alucinaciones e irritación. Como medida preventiva, muchos vecinos optaron por cerrar sus ventanas y evitar salir de casa.
Según las autoridades, el cargamento incinerado estaba avaluado en más de 261 millones de dólares y había sido incautado entre 2023 y 2024 en operativos contra el narcotráfico.
La gobernación de Diyarbakır defendió la operación al declarar que “seguiremos luchando con firmeza contra estas redes criminales que envenenan a nuestra juventud y nunca comprometeremos nuestra política de tolerancia cero contra el terrorismo y las drogas".
Sin embargo, la decisión de destruir la droga en pleno centro poblado desató duras críticas. El presidente de la Asociación Estrella Verde, Yahya Öğer, reconoció la labor policial, pero cuestionó la falta de criterios técnicos.
“Estamos agradecidos por las drogas incautadas por nuestras fuerzas de seguridad en Lice. Sin embargo, la eliminación de la sustancia narcótica incautada no se realizó de forma profesional”, manifestó.
