Marte vuelve a sorprender. A pesar de décadas de exploración, las misiones Curiosity y Perseverance de la NASA siguen revelando hallazgos inesperados en el planeta rojo. Formaciones que parecen gofres, calaveras o panales desafían la comprensión científica del entorno marciano y su historia geológica.
GRIETAS EN FORMA DE PANAL Y ROCAS CON FORMA DE CALAVERA
En mayo, el róver Curiosity halló un mosaico de grietas poligonales en Marte que recuerdan a panales o gofres. Estas estructuras, elevadas y bien conservadas, podrían haberse formado por desecación antigua o por el paso del agua subterránea. En abril, Perseverance encontró una roca oscura con forma de calavera en Witch Hazel Hill, dentro del cráter Jezero. Esta roca flotante destaca por su extraña morfología y ubicación geológica, posiblemente esculpida por el viento o resultado de un impacto.
ESFERAS MISTERIOSAS Y MOLÉCULAS ORGÁNICAS
En marzo, otra curiosidad marciana llamó la atención de los expertos: una roca compuesta por cientos de esferas grises, algunas con formas alargadas y perforaciones diminutas. Aunque su origen sigue sin explicación, el hallazgo suma a la creciente lista de misterios marcianos. Además, el Curiosity detectó recientemente las moléculas orgánicas de cadena más larga halladas hasta ahora en la superficie marciana. Aunque no prueban vida, evidencian la complejidad química del Marte primitivo, donde alguna vez existió agua líquida.
Estos hallazgos, tan visuales como científicos, muestran que Marte aún tiene mucho que contar. Desde formas caprichosas hasta compuestos orgánicos, los datos recogidos por los róveres ofrecen pistas sobre la evolución del planeta rojo, sus condiciones pasadas y la posibilidad, aún remota, de vida en algún momento de su historia.
