Este mediodía, Rusia perpetró un nuevo ataque contra la ciudad ucraniana de Sumy, ubicada en el noreste del país, dejando 31 muertos y 84 heridos, varios de ellos graves, según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania.
El bombardeo alcanzó el centro de la ciudad donde cientos de personas participaban de las celebraciones del Domingo de Ramos, los ataques también afectaron iglesias, vehículos, comercios y edificios residenciales.
BOMBA DE RACIMO
El gobernador de la región de Sumy, Volodimir Artiuj, detalló que Rusia lanzó tres misiles balísticos, uno de ellos una “bomba de racimo”, que impactó un autobús y causó la mayoría de las víctimas, entre ellos 11 niños.
“Edificios y residencias de la Universidad Estatal de Sumy resultaron destruidos” dijo por su parte el primer ministro ucraniano, Denis Shmihal, que calificó el hecho como un “violento ataque contra la población civil”.