La economía, uno de los pilares que impulsaron a Donald Trump de regreso a la Casa Blanca, ahora se convierte en una de sus principales fuentes de preocupación. El índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan cayó bruscamente en abril, situándose en su segundo nivel más bajo desde que se creó hace más de siete décadas. Las expectativas de inflación y desempleo también se disparan, alimentando el temor a una recesión inminente.
CONFIANZA EN MÍNIMOS HISTÓRICOS Y TEMOR POR LA INFLACIÓN
El índice de confianza del consumidor bajó de 57 a 50,8 puntos, marcando su cuarta caída mensual consecutiva y una pérdida de más del 30% desde diciembre. Según la directora del estudio, Joanne Hsu, el deterioro fue generalizado en todos los grupos sociales y regiones del país. Las expectativas de inflación a un año aumentaron de 5,0% a 6,7%, el nivel más alto desde 1981, reflejando el impacto negativo de la guerra comercial impulsada por Trump.
La encuesta, realizada entre el 25 de marzo y el 8 de abril, anticipa un panorama complejo: los consumidores temen por sus ingresos, el mercado laboral y las condiciones empresariales. Incluso quienes no esperan perder su empleo están reduciendo el gasto ante el clima de incertidumbre.
TRUMP BAJO PRESIÓN
Pese a haber heredado una economía estable, la política económica errática de Trump ha generado desconfianza en los mercados y entre los ciudadanos. A esto se suma el recrudecimiento de la guerra comercial con China: aranceles del 145% desde EEUU y del 125% desde Pekín. La Reserva Federal, por su parte, advierte que la inflación podría escalar hasta el 4% en 2025 y que el crecimiento del PIB se desacelerará a menos del 1%.
John Williams, presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, advirtió en un reciente discurso que la combinación de aranceles, incertidumbre y caída en la inmigración empujará la tasa de desempleo a entre 4,5% y 5% en los próximos 12 meses. Mientras tanto, el dólar se deprecia, las bolsas se tambalean y los bonos pierden su condición de refugio seguro. La economía norteamericana, lejos de mostrar fortaleza, se enfrenta a su prueba más dura en años.