Una alarmante falla de seguridad sacude al equipo de Donald Trump tras revelarse que un plan de guerra confidencial fue compartido por accidente con un periodista a través de un chat grupal en la app Signal. La filtración, confirmada por la Casa Blanca, ha generado indignación tanto en demócratas como en republicanos.
PLAN DE GUERRA SALE A LA LUZ
El incidente ocurrió el 13 de marzo, dos días antes del inicio de los ataques contra los hutíes en Yemen. Jeffrey Goldberg, jefe de redacción de The Atlantic, fue incluido por error en un grupo donde el secretario de Defensa Pete Hegseth y otras figuras como JD Vance y Stephen Miller discutían detalles operativos. Goldberg recibió cronogramas, coordenadas y datos meteorológicos vinculados a la ofensiva, que coincidieron exactamente con los ataques del 15 de marzo.
El propio periodista relató en entrevistas con CNN y MSNBC que decidió no publicar la información clasificada, pero confirmó que recibió “una minuta detallada” de los bombardeos, incluyendo objetivos humanos. La Casa Blanca admitió la autenticidad de los mensajes y anunció una revisión interna, aunque el presidente Trump declaró no saber nada del caso.
DUDAS SOBRE LA SEGURIDAD NACIONAL
La reacción política no se hizo esperar. Chuck Schumer, líder de la minoría en el Senado, calificó la filtración como “una de las violaciones más sorprendentes a la inteligencia militar”, mientras que Jack Reed, senador demócrata, la tachó de “peligrosa y asombrosa”. Incluso Hillary Clinton, blanco frecuente de Trump por su uso de un servidor privado, ironizó en redes sociales: “Tienes que estar bromeando”. Pese a ello, Pete Hegseth negó haber revelado planes confidenciales y atacó a Goldberg como “desacreditado”.
La polémica también ha reavivado críticas sobre el uso de Signal, una aplicación no autorizada para manejar información clasificada. Legisladores como Jim Himes advirtieron que un error similar cometido por un funcionario de menor rango habría derivado en sanciones penales. La oposición reclama respuestas claras sobre cómo fue posible esta brecha en la seguridad militar.
TRUMP Y SUS ALIADOS BAJO PRESIÓN
La filtración expone las fragilidades del equipo de seguridad nacional de Donald Trump y plantea interrogantes sobre los protocolos internos en temas de inteligencia. Mientras los ataques contra los hutíes continúan en el mar Rojo y el Golfo de Adén, el impacto de este escándalo podría tener consecuencias tanto legales como políticas para la actual administración republicana.
