El triunfo de Flow como Mejor Película de Animación en los Premios Óscar 2025 no solo marcó un hito en la cinematografía, sino que también generó un impacto positivo en la vida de muchos gatos negros. Luego del estreno del filme, diversas organizaciones de protección animal informaron un incremento en la adopción de estos felinos, los cuales suelen ser víctimas de prejuicios y supersticiones.
La película, dirigida por el letón Gints Zilbalodis, sigue la historia de un gato negro solitario que, tras una inundación, debe unirse a otros animales en una embarcación flotante. El largometraje resalta temas de abandono, prejuicios y convivencia, promoviendo así una mayor sensibilización sobre el cuidado y respeto hacia los animales.
Impacto más allá del cine
Además del impulso en las adopciones, Flow ha servido como catalizador para la difusión de campañas de esterilización, identificación de mascotas y lucha contra el maltrato animal. Asociaciones de rescate han aprovechado la popularidad del filme para desmitificar las creencias negativas sobre los gatos negros y fomentar su adopción responsable.
“Siempre me ha fascinado la naturaleza. De niño no tenía mascotas, pero en mi adolescencia tuve gatos y luego perros. Todo eso me inspiró”, expresó Gints Zilbalodis, director de la película. “Para mí, el entorno no es solo un fondo, sino parte esencial de la narrativa”, agregó.