Una serie de atentados con explosivos, incluyendo un coche bomba, estremecieron las localidades de Cúcuta y Villa del Rosario, en Norte de Santander, entre la noche del 19 y la mañana del 20 de febrero. Los ataques, que destruyeron un peaje y afectaron estaciones policiales, dejaron cinco heridos y se sospecha que fueron perpetrados por la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que opera en la zona.
ATAQUES COORDINADOS Y SOSPECHAS SOBRE EL ELN
Las explosiones ocurrieron en puntos estratégicos: un peaje en la autopista internacional que conecta Cúcuta con San Antonio del Táchira, y dos estaciones de policía. Un fotógrafo de AFP captó el estado de destrucción en el peaje de Villa del Rosario, mientras las autoridades confirmaban que entre los heridos hay tres trabajadores del Instituto Nacional de Vías (Invías) y dos vigilantes del peaje.
El secretario de Seguridad Ciudadana de Norte de Santander, George Quintero, calificó los atentados como actos "terroristas" y anunció una recompensa de hasta 100 millones de pesos (aproximadamente 25.000 dólares) por información sobre los responsables. Aunque no hay confirmación oficial, Quintero afirmó que "todo apunta a que es el ELN", ya que el grupo ha realizado ataques similares en la región.
CRISIS DE SEGURIDAD
Norte de Santander en Colombia ha sido escenario de una escalada de violencia en el último mes, con enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC que han dejado al menos 63 muertos y más de 50.000 desplazados. Esta situación llevó al presidente Gustavo Petro a suspender los diálogos de paz con el ELN, iniciados en 2024.
El recrudecimiento del conflicto se produce en un momento de crisis para el gobierno, que recientemente cambió a su ministro de Defensa. Mientras tanto, gobernadores regionales han exigido acciones concretas para enfrentar la creciente inseguridad, alertando sobre una crisis humanitaria en varias zonas del país.