El mundo del espectáculo mexicano se despide de una de sus más grandes leyendas. Yolanda Montes, mejor conocida como Tongolele, falleció el 17 de febrero de 2025 a los 93 años, dejando un legado imborrable en la danza y el cine de oro mexicano. Más allá de su imponente presencia en el escenario, la bailarina exótica tuvo una única historia de amor: su matrimonio con el percusionista Joaquín González, con quien formó una sólida familia y una carrera artística conjunta.
Un matrimonio marcado por la música y el espectáculo
Tongolele contrajo matrimonio con Joaquín González en 1956, cuando ya era una estrella en ascenso. González, conocido en el mundo artístico como El mago del tambor, era un talentoso percusionista cubano que había ganado reconocimiento por su dominio de instrumentos como la tumbadora. Su amor por la música los unió tanto en lo personal como en lo profesional.
Desde el inicio de su relación, el músico acompañó a Tongolele en numerosas presentaciones, convirtiéndose en una pieza clave de su espectáculo. Juntos, lograron un equilibrio entre su vida artística y familiar, teniendo dos hijos gemelos: Ricardo y Rubén González Montes.
Una vida juntos hasta el final
La historia de amor entre Tongolele y González perduró a lo largo de cuatro décadas. La pareja vivió una temporada en La Habana, donde la vedette brilló en escenarios locales antes de regresar a México y consolidar su carrera en el cine y el cabaret.
En 1976, la estabilidad del matrimonio se vio afectada cuando Joaquín fue diagnosticado con problemas cardíacos y tuvo que someterse a una operación para implantarle un marcapasos. A pesar de los desafíos de salud, la pareja permaneció unida hasta el 22 de diciembre de 1996, cuando González falleció en su hogar, acompañado por su esposa.
El amor de su vida
A lo largo de su carrera, Tongolele mantuvo una estricta reserva sobre su vida privada, pero siempre dejó en claro que Joaquín González fue el único hombre en su vida. Incluso con los rumores sobre supuestos romances con figuras políticas y celebridades, la bailarina nunca volvió a casarse ni se le conocieron nuevas parejas tras la partida de su esposo.