Historia publicada en Andina cuenta como la historia que inicia desde vender gelatina en las calles del Perú hasta fundar su propia empresa en Francia, la historia de Leydi Salazar es un testimonio de esfuerzo y determinación. Con una infancia marcada por la lucha diaria, la emprendedora cajamarquina nunca dudó de su capacidad para salir adelante. Hoy, con su empresa "Mochila Latina", asiste a turistas latinos en París y se posiciona como un referente en el turismo personalizado en Europa.
Un camino de sacrificios y aprendizajes
Desde pequeña, Leydi entendió el valor del trabajo. Vendió periódicos, maní confitado y caña de azúcar para costear sus estudios de Electrónica en Chiclayo. Su convicción la llevó a completar una segunda carrera, Enfermería, mientras trabajaba en una funeraria. Con el tiempo, logró establecer una empresa de servicio técnico en Lima, pero las dificultades económicas la obligaron a cerrar y replantear su futuro.
El destino la llevó a Francia, donde enfrentó nuevos retos, como la barrera del idioma y la regularización de su situación migratoria. En sus momentos más difíciles, estuvo a punto de rendirse, pero una experiencia casual con una turista mexicana le mostró una oportunidad de negocio: ofrecer servicios personalizados a viajeros que no hablan francés.
El nacimiento de "Mochila Latina"
Con solo 20 euros en el bolsillo y una idea clara, Leydi creó "Mochila Latina", un emprendimiento que se distingue por tratar a los turistas como familia. Hoy, su empresa ofrece recorridos exclusivos por París y asistencia personalizada a viajeros hispanohablantes. Su concepto innovador ha conquistado plataformas digitales, acumulando miles de seguidores en redes sociales como TikTok e Instagram.
Gracias a su éxito, ha trabajado con figuras reconocidas y expandió su equipo para ofrecer más servicios. Su visión es seguir creciendo y llevar "Mochila Latina" a otros países de Europa, como Bélgica e Italia.
Un mensaje de inspiración
Leydi Salazar es el reflejo de que los sueños se cumplen con esfuerzo y persistencia. “Nunca dejen de creer en ustedes mismos. Si yo logré salir adelante vendiendo en las calles, cualquiera puede alcanzar su meta con dedicación”, señala. Su próximo gran sueño: convertirse en una de las empresarias latinoamericanas más exitosas y continuar generando oportunidades para otros.