La propuesta de Donald Trump de que Estados Unidos "tome el control" de la Franja de Gaza y reasiente a los palestinos fuera del territorio ha sido rechazada de manera casi unánime por la comunidad internacional. Solo Israel ha mostrado apoyo a la idea, mientras que países árabes, europeos y potencias como China, Brasil y Turquía la han calificado como una violación al derecho internacional y un obstáculo para la paz en la región.
RECHAZO DE LOS PAÍSES ÁRABES Y LA ONU
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, rechazó rotundamente la propuesta y recordó que Gaza es parte integral del futuro Estado palestino. Líderes árabes como Egipto, Jordania, Arabia Saudí, Catar y Emiratos Árabes Unidos condenaron el plan, exigiendo la reconstrucción de Gaza sin desplazamiento forzado de su población.
Desde la ONU, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó que el derecho internacional protege la autodeterminación del pueblo palestino y que cualquier intento de despojarlo de su tierra es ilegal y debe ser condenado.
EUROPA Y OTRAS POTENCIAS RECHAZAN EL PLAN
Líderes de España, Francia, Alemania y Reino Unido expresaron su rechazo, argumentando que el desplazamiento forzado de palestinos es una violación del derecho humanitario y un obstáculo para la solución de dos Estados. En América Latina, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, calificó la idea de "incomprensible", insistiendo en que la reconstrucción de Gaza debe estar en manos palestinas.
En contraste, el Kremlin evitó una condena directa, aunque reiteró su respaldo a la solución de dos Estados. Mientras tanto, la ONU mantiene una posición cautelosa, aunque ha dejado claro que el plan de Trump no es viable dentro del marco del derecho internacional.