El gobierno venezolano liberó, la tarde de ayer, a seis estadounidenses, quienes inmediatamente volaron a su país junto al representante del presidente Donald Trump, Richard Grenell, que visitó Caracas, donde se reunió con el dictador Nicolás Maduro, para hablar de diversos temas.
Al respecto, EEUU dijo que la misión de Grenell en Venezuela era "muy específica" y tenía como objetivo conseguir la liberación de sus compatriotas retenidos en cárceles del país llanero, así como lograr que Caracas acepte los vuelos de deportación de migrantes indocumentados.
NO LE COMPRARÁN PETRÓLEO
Tras el encuentro de Maduro con Grenell, el régimen chavista informó que uno de los "diversos temas" abordados fue la situación de "ciudadanos estadounidenses incursos en delitos en territorio nacional", así como la migración y el impacto "negativo" de las sanciones económicas.
En paralelo, el presidente Donald Trump aseguró que no comprará petróleo venezolano como hizo su antecesor, Joe Biden, quien alivió el esquema de sanciones con la emisión de licencias a diversas empresas extranjeras, entre ellas, la estadounidense Chevron, para operar en Venezuela.