Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, fue condenado este viernes por su participación en el caso de pagos irregulares a la exactriz de cine para adultos Stormy Daniels, un escándalo que sacudió su campaña presidencial de 2016. En un fallo sin precedentes, el juez del Tribunal de Distrito de Manhattan, Juan Merchan, determinó que Trump es culpable, pero no le impuso ninguna pena de cárcel, multa ni libertad condicional, asegurando que la sentencia no interfiere con su inminente retorno a la Casa Blanca el 20 de enero.
FALLO SIMBÓLICO Y SIN PRECEDENTES
El caso se centra en el pago de 130,000 dólares hecho a Stormy Daniels para silenciarla sobre una supuesta relación extramarital con Trump en 2006, que fue ocultado mediante registros contables falsificados. Este hecho llevó al expresidente a enfrentar 34 cargos de falsificación contable, lo que lo convierte en el primer presidente electo en ser declarado culpable de un delito.
Durante la audiencia, realizada de forma virtual, Trump calificó el proceso como “una vergüenza para el sistema judicial” y afirmó que se trató de un intento por dañar su reputación durante las elecciones. Pese a los intentos de su equipo legal por sobreseer el caso, la Corte Suprema rechazó de manera ajustada una apelación de última hora para evitar la sentencia.
IMPACTO JUDICIAL Y POLÍTICO
El fallo mantiene en pie el veredicto unánime del jurado, según destacó el fiscal Joshua Steinglass, quien acusó a Trump de intentar socavar la percepción pública del sistema judicial. La defensa del presidente electo argumentó que la inmunidad presidencial debería haberse extendido a su condición de presidente electo para evitar un impacto negativo en la institución de la presidencia.
El caso marca un precedente histórico en la política estadounidense, no solo por el veredicto, sino también por las implicaciones legales y éticas que enfrentará Trump al asumir nuevamente la presidencia. Por ahora, el magnate y futuro mandatario se prepara para regresar al poder, mientras el caso sigue generando un intenso debate en Estados Unidos.