El presidente electo Donald Trump ha causado polémica al mostrar interés en comprar Groenlandia, territorio autónomo de Dinamarca. A pesar de las repetidas negativas de funcionarios groenlandeses y daneses, Trump ha calificado la adquisición como una "necesidad" para la seguridad nacional de EE. UU.
Groenlandia, una isla ártica tres veces más grande que Texas, es de gran importancia estratégica por su ubicación y recursos. La Base Espacial Pituffik de EE. UU., establecida en ese territorio sigue siendo clave para la defensa contra misiles y misiones de vigilancia espacial.
La isla posee petróleo y minerales raros, como neodimio y disprosio, esenciales para tecnologías avanzadas, recursos dominados actualmente por China y Rusia.
PRESIÓN ECONÓMICA Y MILITAR
El primer ministro de Groenlandia, Múte Egede, reafirmó que el territorio “no está en venta y nunca lo estará”. Trump, sin embargo, insinuó que podría recurrir a la presión económica y militar para lograr la anexión, subrayando también el interés de EE. UU. en controlar el canal de Panamá.